A primeros de marzo el caudal del río Ebro registró una subida que provocó graves inundaciones en gran parte de su ribera. La crecida anegó más de 20.000 hectáreas en Aragón [1] entre las que se encontraban multitud de explotaciones ganaderas.
Los medios de comunicación no dejaron de insistir en las pérdidas económicas y, mientras la disputa política estaba servida teniendo a los ganaderos como principales protagonistas y a los partidos haciendo campaña, miles de animales se ahogaban en explotaciones ganaderas.
Más de 10.000 animales, según la Chunta Aragonesista, fueron encontrados muertos en las granjas. Los dejaron a su suerte en módulos cerrados o lugares enrejados sin posibilidad de escapatoria en el corazón de una riada que alcanzó los ocho metros de altur . Cerdos colgados de lugares que nunca alcanzarían por sí mismos; cuerpos apilados en los pasillos de las granjas, animales supervivientes —muchos en estado de hipotermia— aún moribundos tras días sin agua potable, atención veterinaria, abrigo o comida; cerdos aún vivos en camiones sepultados bajo decenas de cuerpos que apilaban con la excavadora o montañas de terneros junto a la basura en la entrada de una granja son algunas de las múltiples situaciones que uno podía encontrarse en el epicentro de esta tragedia.
Decenas de granjas con animales dentro quedaron aisladas como consecuencia del desbordamiento del rio Ebro.
Acceder a las granjas no era fácil pero todos los operarios que trabajaron en la limpieza confirmaban que en muchas de ellas cientos de animales murieron ahogados.
Las escenas se repetían. Cientos de cádaveres de cerdos apilados en las afueras de las granjas afectadas.
Los animales eran trasladados en tractores y depositaban en un camión de la empresa encargada de la limpieza.
Un operario observa los cuerpos muertos de cientos de cerdos en una de las granjas afectadas.
Algunas granjas fueron sepultadas y los cuerpos de los cerdos que aparecían colgados de lugares donde nunca hubieran llegado así lo demostraban.
Algunas granjas fueron sepultadas y los cuerpos de los cerdos que aparecían colgados de lugares donde nunca hubieran llegado así lo demostraban.
En unade las granjas a las que accedí encontré a decenas de cerdos en estado de hipotermia que llevaban tres días aislados entre cadáveres.
Los cadáveres de los cerdos eran sacados con excavadoras. Miles de cerdos perecieron ahogados por el agua.
Los cadáveres de los cerdos eran sacados con excavadoras. Miles de cerdos perecieron ahogados por el agua.
Los cadáveres de los cerdos eran sacados con excavadoras. Miles de cerdos perecieron ahogados por el agua.
Los cerdos eran depositados en los camiones de una empresa de limpieza. Este vídeo muestra cómo algunos cerdos, aún vivos, eran sepultados por otros.
En esta granja los cuerpos muertos de los corderos eran depositados en camiones de obra.
Una pala excavadora deposita decenas de cadáveres en el camión de la empresa encargada de la limpieza.
Un operario deposita varios cuerpos de corderos muertos en una pala excavadora.
Mientras que los habitantes de las zonas más afectadas fueron desalojados ante el peligro que corrían sus vidas a los animales no se les dió ninguna oportunidad. Murieron ahogados sin poder salir de las granjas y de los establos donde se encontraban encerrados.
Notas
[1] Más de 20.000 hectáreas de cultivos anegadas por la crecida del Ebro.
Sigue este enlace.
[2] El PACMA denuncia la muerte de animales por la crecida del Ebro y la ausencia de un plan de evacuación.
Sigue este enlace.
[3] El Ebro alcanza los ocho metros de altura a las puertas de Zaragoza y el nivel sigue subiendo.
Sigue este enlace.